jueves, 21 de mayo de 2009

Mi pequeña contribución a la causa ;)

Sucedió en Zaragoza, el miércoles 20 de Mayo de 2009…
Un grupo de ecologistas y pacifistas trata de llamar la atención sobre unos políticos corruptos y todo lo que consiguen es una simple noticia ese mismo día. Es más, al día siguiente intenté recuperar la noticia de la versión digital del periódico donde la había leído y ya no pude. Esa noticia fue una mera anécdota del día que ni siquiera merece poder ser releída. No ha pasado ni 24 horas y nadie se acuerda de ello, es más, los políticos en cuestión ni se han canteado. ¿Es que a nadie le ha dado por pensar el por qué de esa protesta? Lo más probable es que no haya sido una elección de personajes aleatoria. ¿Alguien se ha molestado en leer la carta que presentaron? No, si yo también leí el extracto en los medios. Un extracto, por cierto, seleccionado por un medio de comunicación afín a los políticos en cuestión. Me refiero a leerla entera y además prestando atención a lo que dice.
Los ecologistas no son grupos reducidos de revoltosos sin oficio ni beneficio. Suelen ser gente bastante bien informada y preparada que saben muy bien dónde poner la lupa. Lo que pasa es que como sus sugerencias no interesan, pues se les intenta silenciar por todos los medios, o bien se intenta que sus acciones tengan la menor repercusión pública posible. Si tanto miedo se les tiene, ¿no llevarán algo de verdad en sus argumentos?
Esta barrera comunicativa creo que es la principal razón de que sus acciones sean tan originales, incluso extremas a veces. Tienen muy pocas oportunidades de ser escuchados, entonces, así se aseguran ser oídos pocas veces, pero alto y claro.
También son toques de atención para la ciudadanía en general, que vivimos aletargados por una rutina en la que nuestra única preocupación es llegar a fin de mes y vivir tranquilos, sin ponernos un foco de luz sobre nosotros mismos.
El espectáculo que lo monten otros mientras yo miro desde mi cómodo sofá.
Pero no debemos descuidar parte de nuestros deberes ciudadanos, que no sólo de derechos se compone el concepto de ciudadano. Esas obligaciones son, por ejemplo, denunciar los actos o las actividades ilícitas e inadmisibles (como la corrupción urbanística) que vemos tanto en nuestros vecinos de a pie, como en nuestros gobernantes, ya sean a nivel local, regional o nacional. Pero claro, cuando se trata de alguien con poder nos sentimos pequeñitos y no queremos actuar para que no nos castiguen sólo a nosotros. Y es que siempre pasa lo mismo: un grupo se reúne para denunciar una situación y son cincuenta, pero a la hora de la verdad se quedan en dos. Y claro, nadie quiere jugársela. Es que no es jugársela, es ejercer tu derecho a la libre expresión y a vivir en una sociedad lo más transparente posible. No se puede vivir con ese miedo. Porque si nadie cambia las cosas, siempre seguirán igual de corruptas e igual de injustas. La solución es agruparte con gente que sabes que no se va a quedar atrás cuando llegue la hora de gritar alto y claro. Lo sé, no es tan fácil como lo pinto… ¿o sí? No sé, cada uno sabrá el nivel de sacrificio que está dispuesto a hacer por tener un mundo un poco más justo.
Esta fuerza y confianza es una de las características de los grupos ecologistas y pacifistas que se reunieron el pasado miércoles en Zaragoza, para protestar por la supuesta implicación de Biel y Boné en la trama de corrupción urbanística de La Muela, por ejemplo. Todos participan, todos tienen un pequeño papel en la protesta. Y además, son conscientes de que tienen que llamar la atención una y otra vez para conseguir algún cambio. Una sola protesta, por muy grande que sea, no cambia nada. Por eso se trata de pequeños gestos diarios que vayan calando en la conciencia colectiva.
No estoy diciendo que sean de ningún partido político en concreto, eso que quede claro. Sólo digo que son un grupo de personas que se han unido para defender una o varias causas, por amor a su comunidad, afán de justicia y sentido de responsabilidad ciudadana.
Ahora, yo pido, un poco más de visibilidad en los medios y de apoyo por parte de los ciudadanos anónimos. No es suficiente con criticar si son de un partido o de otro (que además no importa ni viene a cuento), sino críticas constructivas con nuevas propuestas o pequeños golpecitos de ánimo, que a todos nos vienen bien.
Gracias por abrirnos un poco los ojos.

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